Jamie y Skyler Scott se casaron en 2004 y pronto dieron la bienvenida a su primer hijo, Shayden, que nació en 2005. Unos años más tarde, Jamie dio a luz a su segundo hijo, Landon. Durante cinco años, la pareja trató desesperadamente de tener otro bebé.
Créditos de las fotos: FiveTwoLove
Buscaron a un especialista en fertilidad y, durante la segunda ronda de tratamiento, ganaron el premio gordo, pero tal vez no de la manera que todos esperaban.
¡Con solo 19 semanas, Jamie ya parecía embarazada de nueve meses! Su barriga se había vuelto tan grande tan rápido que ya no podía caminar y necesitaba una silla de ruedas para mantenerse móvil.
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Durante la primera ecografía, se esperaba que Jamie y Skyler vieran uno o dos bebés pequeños. Después de todo, había recibido tratamientos de FIV y tenía altos niveles hormonales.
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Imagínese su sorpresa cuando la enfermera señaló cinco latidos sanos… ¡eran quintillizos! Se estima que esto ocurre en solo uno de cada 55 millones de embarazos.
Unas semanas después de que su médico confirmara el embarazo, la prueba de hormonas HCG de Jamie era extremadamente alta. Algo extraño estaba pasando…
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Los niveles de HCG más altos que el promedio generalmente indican que la madre está embarazada de varios niños.
Como muchas otras mujeres embarazadas, Jamie sintió un extraño anhelo por determinados alimentos. Durante un tiempo, estuvo completamente obsesionada con los batidos.
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Los médicos le ordenaron consumir unas 4.000 calorías al día, para que pudiera aumentar 45 kg (100 libras).
Los quintillizos entraron al mundo a las 29 semanas, que es más largo que el promedio nacional de poco menos de 27 semanas para los quintillizos. Lily, Violet, Daisy, Logan y Lincoln nacieron el 21 de marzo de 2018 en el hospital St. Joseph Hospital and Medical Center en Phoenix.
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Tomó menos de 60 segundos entregar a todos los niños. ¡Mira estos lindos paquetitos de amor! Cada bebé pesó menos de 3 libras (1 kg) al nacer.
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Milagrosamente, los cinco niños nacieron sanos. Las complicaciones en este tipo de partos suelen ser bastante comunes.
“Los mensajes de amor y esperanza que hemos recibido de todo el mundo realmente nos han ayudado a fortalecernos para superar este momento difícil de un embarazo de muy, muy alto riesgo”, dice Jamie.
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