Durante las excavaciones en la zona de construcción del aeropuerto de Yuzhny en el distrito de Aksai de la región de Rostov, los científicos del Instituto de Arqueología de la Academia Rusa de Ciencias descubrieron un entierro sármata intacto del siglo I, informa el sitio web strf.ru citando un artículo de prensa. liberación del instituto.
La expedición de Sochi dirigida por Roman Mimokhod y Pavel Uspensky ha estado excavando este sitio desde la primavera de 2015. En total, los científicos investigaron 29 túmulos. La mayoría de los complejos excavados datan del siglo I y pertenecen a los sármatas, pastores nómadas de habla iraní que, desde principios de la Edad del Hierro, habitaron las estepas desde la región norte del Mar Negro hasta el Mar de Azov.
“Desafortunadamente, la mayoría de estos entierros fueron saqueados en la antigüedad. Pero tuvimos suerte, en el montículo de un cementerio de Chebotarev V encontramos un entierro intacto y muy rico del período sármata. A juzgar por la composición del inventario, el entierro pertenecía a una mujer noble”, dice Roman Mimokhod.
En el entierro se encontró una gran cantidad de utensilios y adornos: puntas de flecha de hierro, restos de un arnés de caballo, aretes de oro con cadenas colgantes, un espejo de bronce, una botella de oro, fragmentos de un plato de madera y un cucharón de bronce, una taza de barro y cuatro vasijas de cerámica. La ropa de la mujer enterrada también se distingue por un acabado particularmente rico: el cuello está decorado con placas doradas estampadas hechas de pan de oro, las mangas están bordadas con cuentas multicolores en combinación con placas doradas. En cada mano hay una pulsera de oro. Sobre el pecho de la mujer enterrada se limpiaban diversas cuentas, entre las que destaca una gema con una inscripción en fenicio o en arameo primitivo de un solo renglón.
Además, se realizó un pequeño escondrijo en el muro occidental de la fosa, en el que se encontraron diversos objetos de hierro, una vasija de plata con asa zoomorfa y fragmentos de dos broches.
“La principal sorpresa para nosotros ni siquiera fue que los ladrones intentaron robar la tumba y no alcanzaron solo 7 cm hasta el techo de madera (por lo que el entierro permaneció intacto). Sorprende que en este entierro hubiera cosas de finales del siglo I a.C. y del siglo I d.C. Tal combinación se encontró por primera vez y es de indudable interés en términos de fechar el entierro”, señala Mimokhod.
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