Cuatro cráneos antiguos descubiertos en un sistema de cuevas sumergidas en México hacen que los arqueólogos se pregunten si tenían razón sobre los primeros humanos en los continentes americanos.
Se cree que las poblaciones antiguas se asentaron en último lugar en estos continentes, después de haber cruzado el Estrecho de Bering desde Siberia hasta Alaska durante la última Edad de Hielo, pero la historia completa está lejos de ser inamovible. En su sorprendente diversidad, estos últimos hallazgos son un punto de datos valioso.
La escasez de restos antiguos de América del Norte hace 15 000 a 20 000 años ha significado que, a lo largo de los años, casi todo lo que creíamos saber sobre estos primeros humanos y su posterior migración a América Central y del Sur se ha puesto en duda, desde el momento, a las rutas, a sus orígenes biológicos.
Los datos genómicos indican que prácticamente todos los nativos americanos descienden de una sola migración desde Asia. Pero si bien las poblaciones de América del Norte y América del Sur a menudo se agrupan, en realidad pueden haber sido bastante distintas.
En este último estudio, de los cuatro cráneos encontrados en las cuevas de piedra caliza de Quintana Roo, ninguno se parece.
En comparación con los humanos modernos, los investigadores se sorprendieron al encontrar que el cráneo más antiguo se parecía al de los pueblos modernos de Groenlandia y Alaska, mientras que el segundo más antiguo tenía afinidades más fuertes con los europeos modernos, algo que no se había observado antes en los paleoamericanos.
Mientras tanto, el tercer cráneo poseía más características sudamericanas, y el final parecía una fusión confusa de asiáticos modernos y nativos americanos.
A la luz de estos hallazgos, los autores del estudio sugieren que los primeros norteamericanos eran inesperadamente diversos, mucho más que las poblaciones sudamericanas en ese momento. Además, parece que estuvieron así todo el tiempo que ocuparon el continente.
Con menos de dos docenas de restos humanos descubiertos a principios de América del Norte, no hay mucho con qué comparar estos cráneos. Sin embargo, algunos otros descubrimientos indican que los primeros habitantes de América del Norte pueden haber sido muy diversos, pero a medida que se filtraban hacia América del Sur, como la arena en un reloj de arena, las poblaciones se volvieron gradualmente más uniformes.
Si esto es cierto, muchos modelos de migración y dispersión en esta zona del mundo están seriamente simplificados.
“Siempre asumimos que lo que estaba pasando en América del Sur era cierto en América del Norte. Ahora tenemos que revisar eso”, dice el antropólogo Mark Hubbe de la Universidad Estatal de Ohio.
“Necesitamos dejar de hablar sobre el asentamiento de las Américas. Deberíamos hablar sobre el asentamiento de América del Norte y el asentamiento de América del Sur como muy diferentes”.
Los autores reconocen que cuatro cráneos no es un tamaño de muestra grande y puede que no represente con precisión las poblaciones de su tiempo.
Dado lo poco que tienen los arqueólogos para trabajar, los valores atípicos de cualquier tipo son difíciles de identificar, pero también sería una tontería ignorar los datos que poseemos.
El debate sobre el asentamiento de las Américas no terminará pronto, y estos nuevos cráneos solo están alimentando las llamas.
Fuente: PLOS Uno.