Estaba sola en la estación y se acercó a la mujer.
En una zona aledaña a una estación de gasolina en la nación ucraniana, vive una tierna perrita. Los que la conocen dicen que tiene aproximadamente unos dos años de edad, desde pequeñita ella ha vivido allí a la espera de encontrar un hogar.
Ella acostumbra acercarse a todos los que van a abastecerse de combustible, los saluda cariñosamente y mueve su cuerpo en señal de amistad. Es muy amigable, incluso ya han montado varios vídeos de ella en las redes. Para su suerte, varios de estos fueron vistos por la fundadora del santuario de animales Love Furry friends.
La mayoría de las personas entiende que cuando estos animales se hallan sin techo y caminan sin rumbo fijo, son muchos los peligros a los que se enfrentan. A menos que alguien se apiade de ellos y los coloquen en un programa de adopción o simplemente los lleven a un hogar donde puedan vivir.
La perrita anhelaba cariño, por tanto, lo buscaba en todo que llegara a la estación. Así que estaba llena de manifestaciones de amabilidad hacia quien la saludara o le diera algo de comer. Aunque era muy agradecida, lo que esperaba deseosa era alguien que, además de acariciarla, se la llevara a casa.
Su historia se dio a conocer en una serie de videos e imágenes de ella saludando a todos en la gasolinera. Para su alegría, tales imágenes fueron vistas por la persona indicada. La mujer que cumpliría con su deseo de ser adoptada, y que era la fundadora de un santuario de animales.
El material audiovisual muestra a la perrita muy amigable y con su colita feliz saludando a todos, cosa que conmovió a más de uno, entre ellos a la mujer que le daría un giro a la vida de esta canina. Por lo que, hizo los preparativos para acercarse a la gasolinera y encontrarse con ella.
Para la mujer, dedicar tiempo para esta actividad resulta algo muy familiar. Siempre ha hecho algo a favor de los animales en situación de calle, así que no escatima esfuerzos ni recursos a la hora de hacer lo que esté en sus manos para acogerlos en el lugar apropiado para ellos.
Emprendió su recorrido hasta llegar a la estación, a su llegada, los empleados le dieron un parte de la situación de la perrita, incluso su necesidad de un hogar. No había ninguna duda de que precisaba ayuda inmediata, así lo dejó ver su reacción en su primer encuentro.
El animal corrió y la saludó con mucha efusividad, así que la subió a su auto y se fueron directo al veterinario para una evaluación de su condición física, la cual resultó satisfactoria. Hasta le acicalaron el pelo. Su nombre desde ese día sería Linda.
Ya no estaría más en la calle, se adaptó rápidamente a su nuevo y cómodo hogar en donde no le faltaría amor y cuidados.
De momento está en el santuario, todavía está por verse si se quedará por mucho tiempo allí o alguien más se enamorará de ella, como para llevarla a su hogar permanente.