El FC Barcelona ha recibido grandes noticias esta temporada en cuanto al rendimiento de algunos futbolistas. Ronald Araújo se ha consolidado como uno de los mejores centrales del mundo, Ter Stegen ha regresado a una versión que el equipo necesitaba y así como otro par de situaciones positivas en el curso, también está el ‘nacimiento’ del Frenkie de Jong que domina el centro del campo culé.
Tras un verano en el que la entidad azulgrana estuvo dispuesto a venderlo para liberar masa salarial y además ingresar un monto superior a los 70 millones de euros, el futbolista ha terminado teniendo la razón sobre su postura de querer seguir para triunfar. Rechazó una y otra vez al Manchester United y reafirmó su compromiso con un Barça que ahora está viendo los resultados de aquella decisión del neerlandés.
Un nuevo indiscutible
De Jong no solo ha entrado en el once titular gracias al nuevo sistema de cuatro mediocampistas, sino que se ha vuelto un hombre fundamental dentro de esa disposición táctica, y cuando ha tenido que estar como interior o pivote en el clásico 4-3-3, nunca -o casi nunca- ha defraudado. Así, este domingo en San Mamés puso nuevamente un golpe sobre la mesa y aunque los de Xavi no pudieron controlar totalmente el partido, el ex Ajax demostró porque no debe volver más al banquillo.
Sin la brillantez de otras noches debido al contexto que tuvo el duelo ante el Athletic Club, Frenkie igualmente se las ingenió para, sobre todo durante el primer tiempo, sostener el centro del campo del Barça cuando peor la pasó el equipo. El retroceso de Sergio Busquets y sus coberturas hacia las bandas fue un problema en la primera media hora del partido, y justamente durante aquellos minutos el neerlandés fue bajando el ritmo de los locales cada vez que podía.
Lograron lo que querían
Ya hacia el final de la primera parte, así como en el segundo tiempo, el trabajo de ambos mejoró considerablemente, y así lo demostró un pase de gol que puso De Jong para un Lewandowski que no pudo definir cómodamente debido a una conducción un poco apresurada. Ya del otro lado Busi puso un genial pase para un Raphinha que volvió a ser el goleador de los culés en un partido de Liga.
Una nota de 7 puntos y un 90% de acierto en los pases sobre 78 intentos, son cifras más que correctas para un partido tan complicado como el que el Barça disputó ante los vascos. Si algo ha caracterizado al equipo de Xavi en este curso es a ganar partidos en los que no siempre pudo ser mejor que el rival, pero en el que ciertos futbolistas, como en este caso Frenkie, permitieron seguir compitiendo en todo momento.
Source: onefootball.com