En dos años vistiendo la camiseta del Paris Saint-Germain, Leo Messi no ha podido superar los octavos de final de la UEFA Champions League y mantiene su futuro en el ‘aire’ ante la posibilidad de renovar o marcharse, con el FC Barcelona muy atento a su caso. El miércoles, el rosarino completó una actuación gris en el Allianz Arena que contribuyó a la derrota del PSG ante el Bayern Múnich (2-0). Los de Christophe Galtier no pudieron romper el cero en 180 minutos ante los bávaros y cayeron nuevamente sin atenuantes de un título que obsesiona y se le resiste al multimillonario proyecto deportivo impulsado por el emirato qatarí.
Más allá del flojo partido de un Messi cabizbajo desde el comienzo del partido, la imagen del rosarino fue la de todo el conjunto galo. Después de una buena primera parte, los parisinos fueron claramente superados en el complemento por un Bayern que se dio el lujo de tener a Joao Cancelo, Leroy Sané y Sadio Mané en el banquillo y, aún así, superar sin mayor dificultad a un PSG sin fútbol ni contundencia.
Leo la tuvo en el comienzo, pero desapareció en la segunda parte
El Paris tuvo un buen comienzo de partido y el rosarino rozó el 0-1 en el minuto 24 tras una jugada en la que Yann Sommer y Matthijs de Ligt salvaron pasando apuros. El central neerlandés volvió a salvar sobre la línea antes del descanso, pero en el complemento los de Galtier se desvanecieron, condicionados también por la mala fortuna tras las lesiones de Marquinhos y su reemplazo, Nordi Mukiele.
Ambos se lesionaron en la primera parte, forzando el ingreso del joven El Chadaille Bitshiabu (17 años) para la segunda parte. Tras el 1-0 del Bayern, Messi y Kylian Mbappé intentaron cargar con el peso ofensivo del equipo para buscar la épica, pero apenas un par de cabezazos de Sergio Ramos llevaron peligro al arco bávaro. Y poco más. El Bayern lo liquidó en el 89′ por intermedio de Serge Gnabry, dejando a Leo y sus compañeros nuevamente señalados.
Muchos millones y poca lógica en París
Nasser Al-Khelaïfi fichó a Lionel a ‘coste cero’ y accedió a pagarle un astronómico salario de 42 millones de euros al año por dos temporadas, con la opción de renovar por una más. El dinero qatarí permitió, además, renovar a Mbappé por un monto récord y fichar a jugadores como Fabián Ruiz, Carlos Soler y Vitinha el verano pasado, pero el equipo nuevamente careció de profundidad y funcionamiento, algo que pasa desapercibido en la Ligue 1, pero no en la Champions.
Más allá de tener una plantilla claramente desbalanceada, Al-Khelaïfi prioriza mantener a sus estrellas y, en ese sentido, la continuidad de Messi es clave. El club ya tiene sobre la mesa su propuesta para renovarle, al menos, por un año más, con mejor salario y la promesa de reforzar, por enésima vez, la plantilla en el próximo mercado, pero Leo sabe que, difícilmente, el proyecto deportivo parisino llegará a buen puerto con la administración qatarí.
La encrucijada de Messi y la opción del Barça
De este modo, Leo Messi debe decidir en verano qué opción es la mejor para su futuro. Al igual que en 2022, los últimos dos meses de la temporada serán una tortura para el delantero, lidiando con los ‘ultras’ del PSG y sus críticas, las cuales eximen solamente a Mbappé por su condición de estrella francesa. Habiendo ganado el Mundial, el rosarino perfectamente puede decidir marcharse a un club donde tenga menos presión, pero su mentalidad competitiva difícilmente le hará abandonar Europa.
Por ello, el Barça no descarta del todo su regreso, más allá de lo compleja que resulta la operación desde lo financiero. El club no tiene cómo pagar un salario como el de Leo y, aunque llegase gratis, la necesidad de bajar masa salarial impediría su inscripción en LaLiga. Aún así, todo dependerá del ‘crack’ y su familia, la cual también estaría cansada de la presión parisina. Messi nunca se fue del todo de Catalunya. No obstante, de ahí a verle con la camiseta culé nuevamente hay un trecho largo que se acortaría, lógicamente, si el jugador de 35 años decide salir del PSG, algo mucho más factible tras la caída ante el Bayern.
Source: onefootball.com