A unos 40 años-luz de distancia de la Tierra, hay un sistema solar (55 Cancri) integrado por una pareja de estrellas y varios planetas. A uno de ellos lo apodan “El Planeta del Infierno”.
Una de las estrellas de 55 Cancri es una enana roja. La otra es de tipo espectral K, o sea parecida al Sol, aunque menos luminosa, un poco más fría y con tamaño y masa algo menores. Alrededor de esta última estrella, que ha recibido el nombre de Copernicus (Copérnico), orbitan cinco planetas. Uno de ellos, llamado 55 Cancri e, pero también conocido como Janssen, es del tipo conocido como supertierra, o sea un planeta rocoso como el nuestro pero más grande y masivo.
Janssen fue la primera supertierra descubierta alrededor de una estrella parecida al Sol (técnicamente una estrella de secuencia principal).
Janssen tiene una densidad similar a la de la Tierra, pero su masa es ocho veces mayor que la de la Tierra y su diámetro es el doble del de la Tierra.
Janssen pasó a ser el primer ejemplo conocido de planeta de período ultracorto. La órbita de Janssen tiene un radio mínimo de unos 2 millones de kilómetros. (A modo de comparación, el de la órbita de Mercurio es de 46 millones de kilómetros y el de la órbita de la Tierra ronda los 147 millones). La órbita de Janssen es tan ajustada alrededor de Copérnico que al principio algunos astrónomos dudaron de la existencia del planeta.
Al orbitar a su estrella tan de cerca, Janssen tarda solo 18 horas en dar una vuelta alrededor de ella. Esa proximidad hace que en el planeta reine un calor colosal, de unos dos mil grados centígrados, que ha hecho que a ese mundo se le apode “El Planeta del Infierno”. La superficie de Janssen es un inmenso océano de lava. Su interior probablemente sea muy rico en diamantes.
El equipo de la astrónoma Lily Zhao, del Instituto Flatiron adscrito a la Fundación Simons en Estados Unidos, ha realizado un estudio sobre el planeta que ha permitido vislumbrar su historia y por qué está tan cerca de su estrella.
Analizando nuevas y detalladas observaciones, Zhao y sus colegas han descubierto que Janssen orbita Copérnico siguiendo el trazado del ecuador de la estrella.
Investigaciones anteriores sugirieron que la cercanía de la enana roja provocó la desalineación de los planetas con respecto a Copérnico.
La conclusión a la que han llegado los autores del nuevo estudio es que las interacciones entre los cuerpos celestes alteraron la órbita de Janssen, acercándolo un poco más a su estrella, y que a partir de entonces, a medida que Janssen se aproximaba a Copérnico, la gravedad de la estrella influía cada vez más sobre el planeta. Como Copérnico está girando sobre sí misma, la fuerza centrífuga hace que su sección media se hinche un poco hacia fuera, lo que no sucede con sus partes superior e inferior. Esa asimetría afectó a la gravedad ejercida sobre Janssen, haciendo que el planeta se alineara con el abultado ecuador de la estrella.
En definitiva, Janssen se formó en una órbita relativamente más lejana a la estrella y con el paso del tiempo fue acercándose a Copérnico.
De todos modos, incluso en su órbita original, el planeta era probablemente tan caliente que nada habría sido capaz de sobrevivir en su superficie.
El estudio se titula “Measured Spin-Orbit Alignment of Ultra-Short Period Super-Earth 55 Cancri e”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy
Fuente: mundooculto.es